domingo, 30 de agosto de 2020

ESPAÑA EN “LEVANTÁ”


Artículo publicado en el periódico Ideal en agosto de 2020

Desde la guerra civil, hace ocho décadas, la conciencia española no se ha sentido tan postrada y desasistida.
Un análisis objetivo de las situaciones respectivas permite serenar el ánimo. En 1939, España estaba vencida, porque la victoria de los nacionales legaba un país que no tenía ni trigo para elaborar el pan: los campos destrozados por la guerra, las fábricas desmanteladas o destruidas y unos 300.000 exiliados, principalmente en Francia y Méjico y otros tantos en las cárceles a quienes se indultaba a cuentagotas.

Nada de esto, gracias a Dios, entra en nuestro listado de problemas.
Pero sentimos la postración de nuestra sociedad y de nuestras instituciones, cuya mayor miseria es la ausencia de información y la ausencia de un gobierno, rechazado por casi todos los países de la U.E. por una sola razón: no goza de la menor credibilidad.
En Alemania hay gran preocupación para asegurar que no se pierda una generación para la Educación y se han apresurado en abrir las aulas.
No se observa entre nosotros una preocupación semejante.
Obsérvese que el único gobierno socialista de la U.E. es el español, el hermano menor de Francia.
Una inercia de siglos y un abandono de décadas, ha diseñado una economía de campo y playa que depende de la ausencia o presencia de guerras o pandemias.

Los sectores que hacen potentes a Alemania o Estados Unidos están abandonados: el sector agrícola trabajando con costes por debajo de la subsistencia y en competencia con las economías sudafricanas, marroquíes y sudamericanas.
En virtud de las exigencias del globalismo, se desmantelan nuestras industrias con expectativas de translocación en el Este o en China.
El turismo ha proporcionado una prosperidad fofa, con muchos riesgos y con una creación de puestos de trabajo temporales desempeñados por investigadores y universitarios que no ven otro horizonte.
Esta situación no ha resultado por casualidad sino por algunas razones básicas cuya prioridad se cifra en la facilidad:

a)    La despreocupación por la calidad de la enseñanza
b)   La producción de licenciados, master sin  tener en cuenta la oferta del mercado laboral
c)    La obsesión por la propaganda y la ideología
d)   El abandonar Investigación y Defensa Nacional en el entendimiento de que es más barato que investiguen otros y que nos defiendan otros.

Con esta actitud cedemos a diario pedazos de nuestra soberanía.

Como el peso de estas responsabilidades y otras afines se consideran “cansadas” y difíciles, los gobiernos de la Democracia han tirado por la pendiente de la degradación de nuestras fuerzas productivas y sobre todo del desarme cultural de las futuras generaciones.
Manuel Azaña, criticaba a los regeneracionistas y sus quejas ineficaces. Les faltaba una acción política que iniciase unas reformas que siempre quedaron pendientes. La idea era buena pero quedó estéril precisamente, por falta de sentido de la realidad.

No es bueno creer que transformar el país es “darle la vuelta como un calcetín” o situar la libertad antes que la verdad (“por aquello de vaya V. a saber qué es la verdad”)
Cuando se quiere trabajar un material, en este caso un país, hay que tener en cuenta las características de ese país. Crear no es inventar sino moldear, educar, ilusionar.
Hay ciertas líneas rojas que  son líneas de fuerza que sostienen el edificio:

ü  La continuidad histórica
ü  Los valores religiosos y morales

A España le falta ilusión y le sobran ilusiones.




miércoles, 26 de agosto de 2020

La gran capitulación

 Artículo publicado en agosto de 2020 en le periódico Ideal


La rendición de Francia ante la Alemania de Hitler

Se están cumpliendo los 80 años de la capitulación de Francia ante las tropas alemanas. El Mariscal 

Petain, el héroe de Verdún, tomó sobre sí la responsabilidad y la vergüenza de aceptar las condiciones de Hitler. Se firmó en el mismo vagón de ferrocarril que había servido en 1918 para preparar la rendición alemana del Tratado de Versalles.

Inglaterra y Francia gobernadas por Chamberlain la primera y por la segunda, Daladier, llevaban años intentando pacificar a Hitler, operación que culminó en el Tratado de Munich en el que todos juraron paz eterna y lealtad irreversible.

Los alemanes habían ocupado, a pesar de tales promesas, algunos territorios en los Sudetes y aspiraban a formar un protectorado en Chekia. Se consiguió,  con gran dificultad, a pesar de la bravura de los checos. Luego, Hitler se anexionó Austria sin problemas ya que gozaba del apoyo de la población de lengua  alemana.

Las potencias, entretanto, dieron la callada por respuesta esperando que estas ventajas obtenidas por los nazis, les bastaran.

Para entender el poder del Führer y el apoyo que tuvo en Alemania y Austria, hay que recordar que Hitler llegó a la Cancillería, de la mano de Von Papen, jefe de la Democracia Cristiana alemana pues, en principio, parecía que su misión se limitaba a recuperar la economía alemana, conseguir el pleno empleo, favorecer a la familia y mantener el orden más estricto.

Victoria electoral de Hitler - Historia

Con estas promesas, se atrajo a los católicos. De hecho en los futuros regímenes como la Croacia de Ante Pavelic, la Hungría de Horthy y la misma Francia de Petain tomaron un formato similar.

La tesis del “espacio vital” era la motivación profunda de los alemanes y pronto pudo comprobarse que el Tratado de Munich sería papel mojado.

En 1939 invadió Polonia e hizo caso omiso a las peticiones de Pío XII en favor de los católicos polacos. A la vez que se aproximaba a la línea fronteriza de la URSS, en un espectacular golpe de efecto, firmó una imprevisible paz con los soviets, la paz de Molotov-Ribbentrop.

El objetivo de este pacto de los nazis con sus mayores enemigos ideológicos, era guardarse las espaldas para su ofensiva del Oeste que aspiraba a deglutir a Bélgica, Holanda y Francia y lo que era más importante, invadir Inglaterra.

 La guerra relámpago-blitzkreig- permitió en pocos días, deglutir a los Países Bajos y Francia, culminando con la ocupación de una zona en el Oeste francés hasta Hendaya y la creación de un gobierno bajo su protección, dirigido por Petain.

Los ingleses que habían enviado un Cuerpo expedicionario en ayuda de Francia, ante la capitulación lograron con muchas dificultades reembarcar  en Dunkerke a sus tropas y algunas de los “franceses libres” que lideraba el General De Gaulle. Se incluían unos miles de republicanos españoles.

La situación de Europa después de la capitulación era lastimosa y todo parecía estar pendiente de las decisiones de dos potencias totalitarias.

Probablemente, Alemania e Italia, que pronto se agregó al vencedor, aspiraban a dominar el mundo, dentro del marco del capitalismo de Estado.

Hitler  engañó a todos, incluso como escribe Churchill en sus memorias, a la Unión Soviética pues cuando le interesó invadió Rusia.

Adolf Hitler o Josef Stalin: ¿Cuál fue el dictador más sanguinario ...

De todo este teatro bélico lo que resulta más interesante es que sólo la voluntad de Winston Churchill y la unidad del pueblo británico, creyeron que era necesario seguir luchando en un momento en que la soledad de la Gran Bretaña era bien visible.

Hitler perdió la batalla de Inglaterra y entonces puso su atención en la invasión de Rusia con la idea añadida de abrirse al petróleo del Caúcaso.

No pudo entrar en Inglaterra ni en España que mediante un Tratado con Portugal, aseguraba indirectamente, su acuerdo con los aliados.

sábado, 8 de agosto de 2020

Transhumano, menos humano

 Artículo publicado en el periódico Ideal, agosto 2020

¿Por qué la gente se siente feliz con los medios técnicos y con el

mantenimiento permanente de una intensa comunicación?

Tiene que ver con la sensación de poder.

Los avances técnicos crecientes comportan como consecuencia inmediata, la reducción de las limitaciones de espacio y de tiempo.

Con un simple clic sin necesidad de moverme del sillón se puede abrir /cerrar la puerta del garaje o hacer estallar un explosivo.  

 Cuando se ambicionan cargos u honores es porque conllevan un poder que extiende  nuestra vida más allá de lo ordinario, hacia campos en donde se pueden hacer más  cosas que las que puede el hombre de la calle: hacer leyes, desarrollar planes urbanísticos, regular la vida de los demás, etc. El reconocimiento público y los honores nos certifican que somos valiosos y más valiosos que los demás, que son los que nos han reconocido.    Factores que favorecen la motivación laboral · La retribución ...

Todas esas ventajas que no tiene la mayoría de la gente, incrementan nuestro ego, la confianza en nosotros mismos y podemos mirar a los demás  “desde lo alto” (con altanería)

La sensación de poder es una forma de elevar la conciencia del vivir. Vivimos más intensamente si podemos viajar a Tailandia o a los cotos de caza de Zimbawe. En los momentos del éxtasis nuestras facultades funcionan a todo vapor. ¿Cómo no sentirse felices?

La necesidad psicológica de comunicación puede llenarse con ventaja porque esa comunicación que es más bien, un “contactar”,  carece de los compromisos de la verdadera amistad. Si alguien nos resulta pesado, se borra de la agenda  y se cambia por otro.

  Es cierto que no siempre se trata de simples “sensaciones” como ocurre con el alcohol y la droga sino que realmente la tecnología nos proporciona más poder y  por tanto más vida, más horizontes.

Todo ello con la conciencia de autonomía, de autorrealización: que  poco dinero podemos tener el mundo a la mano.

Claro que para aquellos que ocupan espacios de poder, los medios no sólo dan la sensación de tener el mundo a la mano sino que lo tienen de hecho. 

  En el mundo virtual todo es más fácil. Se eliminan las contradicciones, el esfuerzo, el sudor de la frente, etc.

Si todo este mundo de facilidad es un mundo de felicidad ¿quién puede objetar? ¿Qué puede decir la moral y la ética de esta gigantesca construcción que parece producir la felicidad de todos?

El primer intento de sacar partido teórico de la nueva situación del mundo virtual, ha dado de sí ideologías como el transhumanismo.

El transhumanismo es la conciencia de la transformación de la humanidad por la inteligencia artificial.

Transhumanismo como ideología de poder - Profesionales por el Bien ...


Casi todos presentan ese cambio radical de la humanidad como un destino inevitable.

La tecnología y la medicina son capaces de mejorar nuestro potencial cognitivo, dominar nuestros estados de ánimo,  tal vez revertir el envejecimiento y un largo etc. de posibilidades en el paraíso digital.   

  Se desprende de estos planteamientos que no estamos contentos con nosotros mismos y que la evolución de la especie la delegamos en la tecnología.

No queremos afrontar las exigencias de nuestra libertad personal porque no creemos en ella y hemos acabado en esta situación a fuerza de no ejercer nuestra libertad.

No tenemos conciencia de que podemos ser felices por nosotros mismos, entrenándonos en la virtud de hacer felices a los demás. Con clic o sin clic