martes, 6 de diciembre de 2022

Europa: raíces cristianas y raíces ilustradas. Pasado. Presente. Futuro.

Esquema de una  clase impartida en diciembre de 2022


 Raíces cristianas de Europa  

A) Las primeras piedras.

Cristianismo y persecución.

313 Edicto de Tolerancia: Las donaciones de Constantino.

Las invasiones bárbaras con matices.

Los siglos oscuros.

Las segundas invasiones: Normandos, árabes, eslavos.


B. El nacimiento de Europa

 Pipino y Carlomagno, nace Europa.

Las tres potencias: Francos, Bizancio y el Islam.

Las bases económicas: la posesión de la tierra.

Las bases jurídicas de Europa: Derecho romano y canónico.

El poder temporal del Papado.

Siglo XI-XII: Los anglosajones e irlandeses civilizan Europa.

Papado e Imperio.

Reanimación del comercio, los viajes y la prosperidad.

El espíritu laico y la burguesía. 

El Cisma de Occidente: el conciliarismo.

Precaria situación política de la Iglesia y relajación.

Los reinos germánicos pasan a monarquías nacionales.

El tema de la pobreza espiritual.

La Reforma y la primera desamortización.

La vuelta a los orígenes: Humanismo o crítica de la relajación.

La ciencia físico-matemática: Galileo.


C) El discurso ilustrado

1) Precedentes inmediatos.

Las guerras de religión: Tratado de Westfalia.

El origen de la Ilustración en Inglaterra.

Católicos, anglicanos, presbiterianos.

Descartes-Newton: Mathesis y deísmo.


2)  Ilustración La crítica de lo sobrenatural.

La Ilustración fenómeno cultural interno del Cristianismo.

Surgimiento y evolución del pensamiento ilustrado.


3) La ocasión de las críticas

3.1. Relajación y corrupción.

3. 2. Las riquezas del clero.

3.3. El poder temporal de los papas.


4. Las primeras herejías en Inglaterra y Chequia.

4.1. La pobreza espiritual.

4.2. La lectura de la Escritura.

4.3. La jurisdIcción eclesiástica.


5) Los rasgos específicos de la Ilustración


Religión natural.

Progreso indefinido.

Utilitarismo: Economía política.

Antropocentrismo y subjetivismo.

Deísmo.

La humanización de las costumbres.


6) Bibliografía sucinta


Ferrone V. (1998) “Diccionario de la Ilustración” Alianza, Madrid.

Suárez Luis et alii (1998): Diccionario de los papas y concilios” Ariel, Barcelona.

Pirenne, H. (2015) “Mahoma y Carlomagno”: Alianza, Madrid.

Segura Naya, A. (2007) “Historia Universal del pensamiento filosófico y científico”: Liber, Ortuella, Bilbao.

Hazard, P. (1988) “La crisis de la conciencia europea” Alianza, Madrid.

Kant. I. (2013) “¿Qué es la Ilustración”? Alianza, Madrid.

EL SENTIMIENTO NO DETERMINA EL SEXO

 Artículo publicado n el periódico Ideal, en noviembre de 2022

Los sentimientos y los afectos no definen, sino que empujan o

frenan. O sea que no tenemos libertad para crear sentimientos o para

rebajar su impulso.

Por medios químicos, sabemos que podemos manejarlos en las dos

direcciones de su polaridad: la estimulación hasta el alucine y el

relajamiento hasta el sueño. En términos coloquiales, desde el

“subidón” hasta el “bajadón”. Desgraciadamente la química no permite

cambiar de sexo porque la testosterona incrementa la libido en los dos

sentidos “hetero” y “homo”.

En la adolescencia, en donde la cultura dominante no enseña a

ejercer la voluntad, los sentimientos, la afectividad, los gustos y los

apetitos, pasan a primer plano.

Dentro del desarrollo normal de los individuos ese estado adolescente

tiene una función de provisionalidad obvia. No tiene sentido “elegir”

seguir

siendo adolescente a los treinta años, aunque las leyes se lo permitan. Si

te comportas a esa edad como un crío, ni vas a encontrar pareja ni

trabajo.

La función principal de la adolescencia no es descansar en ella y

gozarla sino entrenarse para la vida en todas las direcciones, también

en el sexo.

La educación sexual que debiera estar siempre en manos de los padres,

no

necesariamente precisa de manuales y textos.

Lo esencial es que el sexo no está sólo para gozarlo sino para

dominarlo.

El gran problema del adolescente es comprender que el sexo libera

dentro de un contexto y una estructura que es la familia.


Tener un caramelo disponible y esperar que los muchachos y

muchachas se contengan sólo puede ser entendido en términos de

desarrollo de la voluntad y del ejercicio de la libertad. Son palabras

demasiado grandes para un adolescente pero que encierran lo que va a

ser

su vida, feliz o desgraciada.

La humanidad, ellos y ellas sólo pueden ser felices ejerciendo su

libertad no huyendo de ella, excusándose en los sentimientos

pulsiones y afectos.

Cierto feminismo que viene desde Simone de Beauvoir a Michel

de Foucault, enseñan que el género es un “producto social” hasta el

extremo de que algunos dicen que la sociedad mide el pene y según su

longitud, seleccionan los sexos. Es evidente que han leído poca

biología y menos genética.

El sexo viene marcado en cada célula del organismo por un

cromosoma que es XY para los varones y XX para las mujeres. Los

casos de verdadero hermafroditismo son infinitesimales en número.

Ahora bien, en esa edad es frecuente un cierto autoerotismo y

narcisismo que son elementos del oleaje adolescente.

La sorpresa del cambio puberal y su pulsión cíclica hace que se

ponga atención en aquellos órganos que antes, resultaban indiferentes.

Aquí tiene su papel el entrenamiento de la voluntad al que ayuda la

reflexión, el deporte y los buenos amigos.

Si el chico o la chica luchan por vencer los impulsos, conseguirán

ser personas maduras y libres. Podrán atreverse con la vida si se

atreven consigo mismos. No lo pueden hacer solos porque la

sexualidad genera necesariamente sociabilidad (y no al revés)

El autoerotismo fija la mirada en el propio cuerpo que es masculino

o femenino, en su caso. Esta dirección de la mirada se prolonga

naturalmente hacia los cuerpos semejantes.

Si se fijan los hábitos de la mirada es posible que un niño o una niña de


doce años se pregunte por su sexo porque no está en condiciones de

entender todavía con la cabeza la función social del sexo.

Otra cosa más grave es que los parlamentos se pongan a discutir

esas cosas.

Democracia sin mantequilla

 Artículo publicado en el periódico Ideal, en noviembre de 2022


Hay cuestiones importantes y otras que lo son menos o que, incluso, son

prescindibles.

Los pueblos desarrollados han perdido el sentido de la necesidad porque

llevan casi ochenta años con las “necesidades” cubiertas.

Los salarios hasta hace cuatro años, podían ser pequeños pero el paro,

el PER, el ERTE, los Seguros, la Sanidad o sea lo que supone el Estado

Socialdemócrata de Derecho, funcionaba más o menos bien, la inflación

contenida y eso sí, una progresiva “degradación” de la oferta de empleo

juvenil con todas sus consecuencias.

Hay muchos europeos que ya no recuerdan lo que es tener necesidades

pero que tienen muy claro el ámbito de sus libertades. Y no sólo son

conscientes de ellas, sino que se inventan otras que, además, las tienen

y defienden como si fueran fundamentales a capa y espada, a vida o

muerte.

Unos crean organismos para defender los derechos de los ríos como

sujetos jurídicos, otros, declaran la importancia de elegir el sexo a los

doce años, otros, se pirran por decir que lo que dicen no lo dicen, sino

que lo quisieran decir. Todo ello con una flagrante prevaricación e

incumplimiento de las leyes tanto las ordinarias como las fundamentales.

A la historia como al campo le llegan verdes y maduras, catástrofes,

guerras y períodos más o menos largos en que el historiograma parece

dar plano y que no pasa nada.

No hace falta decir que, aunque el CIS lo ve todo de color de rosa, los

ciudadanos, no ven nada porque en poco tiempo el “casteller” se les ha

venido encima.

El mismo hecho de que el Poder Judicial en bloque esté en SOS

permanente subraya que cuando falta la mantequilla y el solomillo, es

difícil mantener los más esenciales elementos de la democracia.

En todos los países la tendencia a gobiernos fuertes, es como echar las

campanas al vuelo anunciando que hay mucha humareda y que debe

estar cerca el fuego.

No es que incitemos al miedo, es que tenemos miedo porque entre los

impuestos, la inflación y la incertidumbre el dinero ya no vale nada.

La idea que conviene poner encima de la mesa es que la libertad no es el

arbitrio del que anda sobrado sino la lucha por superar y vencer la

necesidad. Dicho de modo más crudo si cabe: No ganaremos nuestra

libertad sin luchar unidos por vencer la necesidad. Tenemos en ese

patrón dos modelos humanos: el del inmigrante y el del deportista.

Para que la necesidad funcione como cebador de la libertad debe ser

consciente, debemos sentirnos mal de verdad porque el dolor moral es el

estímulo más fuerte para salir de él.

Por eso el catastrofismo debe convertirse en conciencia de catástrofe

para que Europa empiece a funcionar.

Si no se cree en la democracia y en las responsabilidades que conlleva,

os dará miedo que los jueces elijan a los jueces, y que dentro de dos

años se hayan permitido una serie de medidas legislativas y

administrativas, claramente inconstitucionales.

Si Europa hace oídos sordos a todas estas cosas es porque ve

levantarse por todas partes, enanos olvidados que aún creen que hay

cosas que están bien y otras que están mal y otras que son ya

putrefactas.

Cuando el Poder dice sentirse perseguido por aquellos mismos poderes

que le sostienen, se comporta como la dama ofendida que aun ni se ha

dado cuenta de que está desnuda.

El desarme moral de Europa

 Artículo publicado en el periódico Ideal en noviembre de 2022


La idea gaullista de la Europa de las Naciones responde más a la

actual situación real de los países europeos que a los proyectos de

unidad política económica y militar.

La realidad política europea es producto de dos factores históricos,

los Pactos de Yalta y Postdam que dieron final a la II Guerra Mundial

y al reparto del continente entre Oriente y Occidente y el derrumbe

de la Unión Soviética y la Caída del Muro.

Europa se dividió en dos zonas, la de los aliados occidentales y la

sometida al Ejército ruso que alumbró una serie de estado satélites

separados de Occidente por el llamado “telón de acero”.

Aunque todo ello no sea noticia, conviene encuadrar el presente

estado de cosas.

¿Qué era Occidente?: Liberalismo político, social y económico que

pronto creó una protección armada que es la NATO.

Oriente, era el comunismo estalinista militarizado y con potencial

nuclear.

El Tratado de Roma y la Carta de Derechos Humanos que venía

preparada desde 1948 por la Declaración de Derechos Humanos de

la ONU, estaban pensadas en un sentido muy distinto a la praxis

actual. Este sesgo en la interpretación de los Derechos Humanos

afecta también a la Constitución española de 1978.

¿En qué consiste ese cambio de interpretación y de sentido de los

mismos términos que propiciaron Adenauer y De Gasperi?

Un salto cualitativo desde el liberalismo dentro de un orden a la

acracia con límites borrosos, entre lo que se entiende por orden y

por desorden. El mismo equívoco, respecto a lo que se entiende por

derecho y por crimen: una concepción de la felicidad como el

desahogo de fin de semana, después de unas jornadas laborales al

servicio de un sistema económicamente injusto.

Esta mentalidad, por una elemental dialéctica, supone que, si el

sistema económico y nuestra actividad laboral es injusta y corrupta,

el fin de semana es dónde está todo permitido e incluso sacralizado

porque es el anti-dios del dios explotador de la jornada laboral.


Esta “altura” moral de Occidente, lindante con el Estado del

Bienestar, ha creado un talante moral que viene medido por la

conducta sexual anómica, la política antinatalista, seis millones de

hogares de personas solitarias, suicidio juvenil, eutanasia, el

vandalismo callejero, el fenómeno okupa y la obsesión recaudatoria-

hablamos de España- en la que el Estado trata de crear un ámbito

uniforme de convivencia, en donde fuera de él, todo está marginado

y abandonado a su suerte.

La “cultura del fin de semana” suma lo que se considera “valores

supremos del europeísmo”.

Cuando la libertad se entiende como el juego de burlar la ley,

cuando la muerte de los inocentes se establece como derecho y

cuando una minoría de electores gobierna el país por el capricho de

una ley electoral, se crea una contradicción interna, tanto en España

como en Europa, entre los que creen en los Derechos Humanos de

la Carta de las Naciones Unidas de 1948 y los que se creen que

matar es ejercer un derecho.

La razón más importante que ha jugado en Putin y su Gobierno para

invadir a Europa es la desmoralización del Continente por que el

miedo es la consecuencia del desarme moral.

Cuando cada individuo establece la norma suprema de lo que está

bien y lo que está mal, el consenso es una simple transacción frágil

y coyuntural.

Sin sentido del bien no se puede ser feliz. Nada menos.