viernes, 26 de junio de 2020

La nueva constitucionalidad

Artículo publicado en junio de 2020 el periódico Ideal

Constitucionalidad es, a Constitución, lo que amistad es a amigo. No es lo mismo hablar de la amistad que de mi amigo.

Van emergiendo nuevas formas de constitucionalidad por la vía de la interpretación política que, además, tiene como titular un grupo de minorías coaligadas. De ellas una parte sustancial son inconstitucionales por vocación y sentencia judicial.
Entre las minorías “más constitucionales” que forman el Gobierno, la más inconstitucional  es republicana y comunista lo que hace prever que su hermenéutica va a ser, la que ya es.
Han pasado más de cuarenta años de la vigencia de nuestra Constitución, uno de los períodos más largos de las constituciones españolas y parece que algunos políticos tratan segar la yerba bajo los pies de las paredes maestras de nuestra Ley de Leyes.
Cualquier reformador inteligente sabe que tiene más probabilidades de vender su reforma si con la misma ley en la mano, la interpretación la decolora hasta el punto de hacerla irreconocible.
Todo cambia, la realidad social cambia y sus valores también pero lo que no cambia es la ambición de reformar el poder desde el poder. Es la forma más cómoda.
El Decreto de Alarma esta previsto por la Constitución como lo están tantas cosas pero las leyes son un guante que toma la forma de las manos que lo tocan.
Al amparo de tal excepcionalidad y con toda la población embozada y amedrentada, se toman disposiciones de gran alcance que se prevé difícil redireccionar.
Denunciando al Rey emérito se apunta al desprestigio de una monarquía que ha sido esencial para el tránsito pacífico desde la dictadura a la democracia. El sesgo interpretativo consiste en anotar que se cobraron comisiones en un país donde todo el mundo de todos los colores cobra comisiones.
El talante moral del Gobierno que promueve la eutanasia, se ha evidenciado, cuando desde el Mando Único,  se  abandonan los ancianos con el pretexto de que las competencias sobre las Residencias, están reservadas a las Comunidades Autónomas.
Asustados por el comienzo caótico de la gestión de la pandemia, se toman ahora medidas drásticas cuando menos falta hacen, si atendemos a las medidas que se toman en los países del entorno.
La gestión económica de la crisis dejará probablemente pequeño al caos sanitario inicial. Las medidas que se están tomando han comprometido ya al turismo de este año con lo que el desplome del empleo viene tras el desplome del 14 % del PIB.
Los ciudadanos  se esfuerzan en confiar en aquellos responsables económicos que, al parecer, no obedecen a las voces profundas que hablan desde la eternidad del destino de la historia.
¿Qué se salva, entonces?
Por de pronto el salvador, pues tener un gobierno en estos momentos es un punto de estabilidad. Se salvan muchas Comunidades Autónomas que entienden de sentido común. Se salvan, los médicos y sanitarios que--¡cuidado!- se contagiaron uno de cada cuatro-llevando mascarillas. Se salva Margarita Robles que no habla a dos lenguas. Se salva la Guardia Civil incapaz de hacer a la vez de “p. y de Ramoneta”. Se salva la filosofía que nunca llegó tan alto en el manejo de comodines.
¿Cuántas fortunas se están haciendo en nombre de la justicia y la igualdad?. ¿Cuántas leyes esenciales como la de Educación nos van a pasar con mascarilla, o sea ante las narices sumisas y obedientes?
Los pronunciamientos militares al estilo de Pavía, Primo de Rivera o Tejero, tienen poco recorrido.
Ahora se subvencionan algunos medios, se coloca a los disidentes próximos, en Consejos de Administración  de alta remuneración y todo en nombre de la igualdad.

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