domingo, 24 de julio de 2022

Raza solo hay una

 Artículo publicado en el periódico Ideal, julio 2022


El problema del racismo se ha puesto incandescente en los últimos

años. En la medida en que los países desarrollados descienden su

natalidad, los del Tercer Mundo la aumentan. Después de la II Guerra

Mundial, la población del planeta se ha multiplicado por cuatro.

Este dato se apunta, no como alarma para planificar la población

que es una medida corta de alcances.



Si disminuye la población, hay menos inteligencias que es el

verdadero capital y aumenta la paranoia ante las migraciones que

mueve el hambre, la guerra y las enfermedades. Después vienen las

mafias a sacar partido de esas carencias desesperantes. La gente no

se lanza a la muerte por culpa de las mafias que sólo son los

especuladores del hambre.

Desde el punto de vista de la ciencia no hay más que una raza. La

gramática generativa de Chomsky hace años demostró que en el

cerebro humano-y sólo en el humano- hay una matriz generadora del

lenguaje que permita a los niños de cualquier raza, aprender cualquier

idioma de los miles existentes.




Juan Pablo II, atribuía su facilidad de hablar idiomas a su estudio a

través de esa gramática que nos hace a la vez que parlantes,

racionales e iguales a los demás.

Una vez sentados los principios, los hechos se complican

escabrosamente.

Los Estados hacen de las migraciones un arma política. Un

pequeño país como Lituania sufre la invasión de miles de migrantes

presionados por Bielorrusia o sea por Rusia. La imprudente y abrupta

retirada de USA de Afganistán ha invadido Europa de afganos y en

Ceuta y Melilla hay miles de subsaharianos en espera permanente para

intentar “colarse” a través de las vallas fronterizas.

Y peor que todo esto es la avalancha de hispanos a los Estados

Unidos a través de Méjico.

En España propiamente racistas no somos ni hemos sido si

atendemos a las Leyes de Indias y a los teólogos, es decir, en el

terreno de los principios. En la práctica hubo de todo hasta el siglo

XIX, en Cuba y Filipinas.

Es posible que el Gobierno español se esté comportando

correctamente con los migrantes desde el punto de vista humano, en

lo que alcanza mi conocimiento, pero la cuestión del territorio y de sus

habitantes le obliga a medidas políticas que indirectamente

disminuyen la presión en las fronteras.

Utilizar las poblaciones hambrientas o perseguidas como

instrumento político hace de los estados que realizan esas prácticas,

mafias, ellos mismos.




A mí y a muchas personas como yo, nos encanta ayudar a

subsaharianos o sudamericanos. No es una cuestión de raza sino de

conflicto de supervivencia entre las masas hambrientas de fuera y las

que empiezan a serlo en el interior.

Los marroquíes, no se integran nunca aun siendo buenos

trabajadores, por razones culturales. Su Gobierno ha empleado desde

1975, la población como avanzadilla de la conquista.

Es un “marrón” difícil que los gobiernos mantenían en la cuerda

floja hasta que Sánchez, rompió la cuerda y “remedió” el tremendo

abandono del Sáhara.

¿Van las Naciones Unidas a hacer cumplir sus disposiciones y

hacer posible un referéndum limpio en el Sáhara que fue provincia

española como Ceuta y Melilla?

Me temo que no.

La política de las grandes potencias la llevan las grandes potencias

y la ONU es sólo una reliquia de la Sociedad de Naciones.

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